Hacía varias noches que Gonzalo escuchaba ruidos, que siempre venían del mismo lugar: el living de su casa. No podía entrar ahí, el miedo le provocaba tales pesadillas que no podía dormir.
Una noche, se levantó a tomar agua y al pasar vio la tele prendida. No le prestó atención, seguramente se habían olvidado de apagarla al irse a dormir. Llegó a la cocina, se sirvió un vaso de agua y cuando pasó por el living vio algo que lo dejó duro: la pantalla de la tele estaba gris y,
atravesándola, había un hueso. El hueso dio paso a otros más, hasta que salió el esqueleto completo, y cuando Gonzalo se quiso dar cuenta éste avanzaba hacia él. Dio tal grito que el vaso se le cayó de las manos y se rompió al caer al suelo. Empezó a subir por la escalera, y cuando llegó vio mas esqueletos. Había por toda la casa; Gonzalo ya no sabía que hacer. Volvió a bajar la escalera y se dio cuenta de que los esqueletos salían de la televisión prendida. Se apresuró a apagarla, pero en el intento uno de ellos lo agarró. De un codazo se liberó y agarró el control remoto, pero se lo sacaron de las manos. Entonces utilizó la última opción que le quedaba: escapar. Abrió la puerta e intentó salir, y cuando lo agarraron entre varios, se aferró con fuerza al marco de la puerta a la vez que pedía ayuda a los gritos. Lograron que se soltara, pero el escapó enseguida y le tiró un florero al que tenía más cerca. Hizo lo mismo con los demás, y logró destruir a la mayoría. Tomó un adorno y le apuntó a los pocos que quedaban; entonces se dio cuenta que de la tele (todavía prendida) habían dejado de salir esqueletos. Apretó con fuerza el adorno e hizo algo muy arriesgado...
Salió corriendo con los esqueletos siguiéndolo, saltó encima del sillón y le tiró el adorno a la televisión. Tropezó justo cuando la pantalla se rompía en mil pedazos y sintió los cortes de los vidrios que le caían encima. Se había cortado tanto que los dolores lo despertaron. Se levantó y vio que estaba cubierto de sangre, la tele estaba rota y en el piso había un video con sangre y, al lado, un hueso.
Este cuento lo hice yo, fue uno de los primeros trabajos qe hisimos para Lengua el año pasado, en el cual tuvimos qe poner los miedos de cada uno.
Espero les guste
Besos, y feliz cumple a Sofii =)
Melisa Bocchia
1º "A" CBU
sábado, 30 de junio de 2007
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