Quería que vinieras a buscarme esa tarde.
Me había levantado temprano y no había hecho otra cosa que pensar en vos. Me había vestido y arreglado solo para tus hermosos ojos.
Había soñado con ese momento toda la noche y te había imaginado tomándome de la mano.
Quería que el tiempo pasara rápido, quería creer en tu palabra, quería esperarte. Quería que ese día sea inolvidable.
Esperaba que el teléfono sonara, quería escuchar tu tierna voz, tenía muchas ganas de sentirte.
Y nada, no había señales tuyas en ningún lado. Intenté pasar el tiempo de distintas formas, porque vos me habías dicho que me llamabas a una hora y todavía no había llegado el momento.
A la hora determinada, bien puntual, sonó el aparato y me apresuré para tomarlo entre mis manos. Y escuché tu voz.
Tu voz indicándome malas noticias. Tu voz desganada que me decía que no podías venir. Esa voz que me mostraba con énfasis que querías verme.
Quería que vinieras, pero vos, tenías otros planes.
María Emilia Bona
1º CBU "A"
domingo, 6 de mayo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario