Hace mucho tiempo, había un señor que vivía en el barrio de “La Boca”. Los vecinos sospechaban de él porque era muy misterioso, por eso lo llamaban Yak, el raro.
A Yak no le importaba ese apodo que le habían puesto (aunque no le gustaba) a él no le importaba nada, excepto la plata que tenía.
Al protagonista de este cuento, no le quedaba mucho dinero, por eso no podía mantener su casa. Entonces decidió empezar a robarle la plata a sus vecinos, y comenzó esa noche.
Al día siguiente, Doña Pepa estaba alteradísima porque le faltaba su plata. En una de esas, pasa Yak por ahí, y siguió de largo.
Al otro día, Miguel gritaba desesperado porque le faltaban sus ahorros. La tristeza y el enojo se veían reflejados en su cara. Entonces pasó Yak y nada, no dijo nada.
Al tercer día, a Ramón le robaron como a Doña Pepa y a Miguel. Entonces Margarita sospechó de Yak, y le fue a preguntar si su casa seguía hipotecada, y Yak lo negó.
Cada vez Margarita sospechaba más. Así comenzaron “los rumores” de que Yak había robado.
Cuando Yak escuchó esto, decidió irse a un bosque donde nadie lo pudiera encontrar.
Al día siguiente, los vecinos llamaron a la policía. Esta vino con su jauría para rastrearlo, pero no lo encontraron.
La muchedumbre estaba y sigue aterradísima por Yak, por eso, amigos, les recomiendo que se cuiden porque algún día puede desaparecer su dinero, y ya saben porqué.
Este cuento lo hice yo cuando en el colegio nos dieron la oportunidad al Nivel inicial y al Nivel primario de publicar nuestros cuentos, poesías, etc. a la editorial "Mundo Hispano" que estaba realizando esta campaña (Campaña de Promoción y Desarrollo de la Literatura Infantil y Juvenil en la República Argetina).
Carina Torre
jueves, 23 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario