domingo, 7 de octubre de 2007

EL MISTERIOSO CASTILLO ABANDONADO

Cuenta la leyenda que en una ciudad muy lejana todos vivían en paz y en armonía, excepto el fantasma al que todos le temían. Su nombre era Júpiter y vivía en un castillo que estaba muy alejado de esa ciudad tan alegre.
El castillo estaba abandonado, por eso, nadie se animaba ni asomar las narices por allí, sin embargo, el fantasma no era malo. Había sido víctima de una triste historia cincuenta años atrás:
Mientras era un niño de 8 años que vivía muy feliz con su familia, le pasó algo que jamás podrá olvidar… Iba caminando por calle muy oscura, que realmente daba pánico y se encontró con un castillo. A simple vista, parecía estar abandonado pero, como tuvo la gran curiosidad de saber si alguien vivía allí, decidió entrar. Apenas cerró la enorme puerta del castillo, alcanzó a ver a una temible bruja.
Ésta le dijo: -¡Cómo pudiste entrar a mi castillo! Ahora, como te atreviste, te hechizaré y te convertiré en un fantasma durante cincuenta años como venganza! ¿Pensabas que te ibas a salir con la tuya? Sólo podrás salvarte si alguna persona en este horrible mundo viene a rescatarte, pero eso nunca va a suceder. Rió muy fuertemente y desapareció de allí.
A los cinco minutos, el hechizo dio efecto y, tal cual como había dicho la bruja, ese niño hermoso se convirtió, en un horrible fantasma.
Pasados esos eternos cincuenta años de soledad y tristeza, apareció en el castillo una chica hermosa y, cuando vio al fantasma, se asustó rápidamente.
-No temas -dijo el fantasma. Yo era un niño como vos hace cincuenta años atrás, te voy a contar cómo fue que sucedió este trágico episodio.
-… Y le contó la historia.
La chica, muy sorprendida y asustada a la vez, decidió rescatar a Júpiter de esa horrible pesadilla, pero no fue tan fácil conseguirlo, ya que apareció esa maldita bruja, la que había encerrado al pobre niño hacía cincuenta años atrás. Esta le dijo: - “Si quieres ser humano como antes y que esta pobre niña no se convierta en un fantasma como vos, primero tienes que derrotarme”.
Tras muchas horas de sufrimiento lo consiguieron.
El castillo desapareció junto con la bruja. La niña y Júpiter se encontraron en un hermoso bosque. Allí Júpiter pudo descubrir algo impresionante que le había sucedido. Tal como lo decía el hechizo, tras una vez que fue derrotada la bruja, volvió a convertirse en humano, y no sólo eso, ¡sino que volvió a ser un niño de ocho años! Júpiter le agradeció a la niña, y los dos juntos, se fueron a jugar por el bosque hasta que la noche cayera. La niña transmitió la historia a sus hijos; sus hijos, a sus nietos; sus nietos, a los bisnietos y a todas las generaciones que quisieron escuchar este fantástico relato.

Rocío Gallo
1º “A” CBU

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