Pensó que llegaba tarde. Salió corriendo, miró la hora y supo que llegaría a tiempo. Subió a la moto. Era un dia soleado y habia poco trafico. Iba por la derecha, como correspondia. La mujer se lanzó a la calle, quizás porque estaba relajado no pudo evitar el accidente. De pronto todo se oscureció como si estuviera dormido.
Sintió voces. En su gargante habia mezcla de sangre y saliva. Se sintió aliviado cuando escuchó que él no tuvo la culpa. Preguntó por la mujer, estaba bien, él era el más lastimado.
Se habia roto el brazo y tenia miles de magullones. Lo llevaban boca arriba y lo pusieron en una camilla. Bueno-pensó es solo un accidente.
Lo llevaron al hospital, le sacaron miles de radiografias. Lo pasaron de una camilla a la otra. Casi se sintió feliz de estar en el hospital.
Como sueño era raro, nunca soñaba olores, y éste estaba lleno de ellos. Los aztecas estaban a la caza de hombres y él debia escapar. Lo torturaba el olor, olia a guerra. Estaba detras de un arbusto, vio a su enemigo y dio un salto.
Si sigue moviéndose se va a caer de la cama-dijo un enfermero.Sintió sed, como si hubiera estado corriendo kilómetros, pero no querían darle mucha agua, apenas para mojarse los labios y hacer un buche. Tenia fiebre y el brazo enyesado. Sus compañeros de cuarto estaban tranquilos. Le dolia la rodilla. No queria dormirse, no queria volver a la pesadilla. Alli estaba bien pero no podia mantener los ojos abiertos. Debe ser la fiebre -pensó.
Otra vez el olor, olor a guerra , a muerte. Corria desesperado, su enemigo detras de él.
Oyó los gritos y se enderezó de un salto, con su puñal en la mano. Vio antorchas moviéndose entre las ramas, muy cerca. El olor a guerra era insoportable, y cuando el primer enemigo le saltó al cuello casi sintió placer en hundirle la hoja de piedra en pleno pecho. Ya lo rodeaban las luces y los gritos alegres y una soga lo atrapó desde atrás.
Abrió los ojos, gracias a Dios escuchaba al enfermero, pensó que habia gritado pero todo estaba en calma. Ya no tenia fiebre pero tenia mucha sed. Quizas ahora podia dormir mejor y no soñar.
Como dormía de espaldas, no lo sorprendió la posición en que volvía a reconocerse, pero en cambio el olor a humedad, le cerró la garganta . Estaba estaquedo en el piso, escuchaba la musica del ritual , lo iban a sacrificar, sólo estaba a la espera de su turno. Lo pusieron boca arriba, podia ver la luna.
Volvio al hospital. Todo estaba bien. En unos dias todo esto seria solo un recuerdo. Tomo un poco de agua. Trataba de pensar en otra cosa. No queria dormirse pero el sueño lo vencia. Cada vez que cerraba los ojos se sumergia en su pesadilla. Luchaba para mantenerlos abiertos y durante un segundo creyó que lo lograría, porque estaba otra vez inmóvil en al cama, a salvo del balanceo cabeza abajo.
Olía a muerte y cuando abrió los ojos vio la figura ensangrentada del sacrificador que venía hacia él con el cuchillo de piedra en la mano y ahi supo que estaba despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro.
En la mentira infinita de ese sueño también lo habían alzado del suelo, también alguien se le había acercado con un cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba, a él boca arriba con los ojos cerrados entre las hogueras.
Julio Cortazar.
Me parecio un cuento maravilloso, en el que se mezclan la fantasia con la realidad. Hasta ultimo momento no sabes cual es la verdad. Se los recomiendo , es corto y muy facil de leer
Gonzalo Diaz Arpin
jueves, 11 de octubre de 2007
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